16 de octubre de 2007

¿El Mejor de la Historia?

Por Fermín de la Calle (AS).

Jonny Wilkinson podrá contar a sus nietos que ganó un Mundial y llegó a la final de otro (incluso que ganó dos). Algo que podrán contar muy pocos, entre ellos sus compañeros Dallaglio, Vickery, Robinson y un puñado de wallabies con George Gregan al mando. Pero no podrá hacerlo el hombre más conocido del rugby, Wilkinson aparte, un tal Jonah Lomu. En este post me gustaría plantear un debate: ¿Es Wilkinson el mejor jugador de todos los tiempos?

Recordarán muchos un post inicial de este blog en el que servidor cuestionaba que era hora de que la nueva generación recogiera el testigo. Y aunque pueda parecer una contradicción lo sigo pensando. Inglaterra ha cargado demasiada responsabilidad sobre Jonny presionando al jugador pese a larga racha de lesiones. Coincido con el gran Martyn Johnson en que "es hora de que los nuevos tiren del carro y alivien la carga a los veteranos. Jonny es la piedra piramidal sobre la que debe descansar el juego de Inglaterra, pero no es el único ladrillo. Es necesario que Flood, Sttretel, Cipriani y compañía se hagan notar. Jason (Robinson), Phil (Vickery) o Mike (Catt) han cumplido con creces su deber con la camiseta de la Rosa". Secundo punto por punto esa afirmación, especialmente en lo tocante a lo de la piedra filosofal. Nadie podrá suplir a Jonny nunca, pero si brotan talentos a su alrededor, le aliviarán responsabilidad y sin presión se disparán sus prestaciones. Dicho esto, me ceñiré al motivo del post. Para mí Wilkinson es el jugador más determinante de la historia del rugby. El más completo y el más decisivo, tanto por su juego con balón como su juego sin él. Dice una máxima que "cuando un tres cuarto suelta la pelota es cuando empieza a jugar". Pues esto mismo es aplicable a Jonny.

Sin duda su fuerte ha sido el pateo, pero en el aspecto defensivo es un portento. Se cuentan con los dedos de una mano los aperturas de primer nivel con su capacidad de placaje. Además Jonny participa activamente en el set-piece, especialmente a la hora de limpiar los rucks. Un trabajo físico muy valorado por sus compañeros de delantera (a veces esto conlleva que deje algo huérfano al medio melé, pero no se puede estar en todos sitios). Respecto al juego a la mano he de recordar muchas de las jugadas de Inglaterra en el Mundial del 2003. Con Wilkinson el histórico pick and go inglés dejó paso a un juego a la mano con una línea en la que alineaban la potencia de Ben Cohen, la zancada de Will Greenwood, la explosividad de Jason Robinson y la determinación del propio Wilkinson, al que le gusta colarse entre el segundo centro y el ala en la circulación a la mano para crear ventajas fijando a la línea rival. Otra cosa es este año, en el que lamentablemente su línea no está a la altura. Pero creo que el juego a la mano de Wilko no desmerece en nada al de otros grandes aperturas sin ser, eso sí, del nivel de Spencer o del legendario Gareth Edwards. Además Wilko es un jugador que ordena a su delantera continuamente, no deja de hablar durante el partido, lee el juego adversario y corrige sobre la marcha.

El encuentro ante Francia de semifinales es un gran ejemplo, aunque creo que trabajó más este aspecto ante los australianos. Mandó, corrigió, ordenó y guió al paquete y al imprevisible Gomarsall. Wilko daría un brazo por tener a su lado a Matt Dawson, sin duda. Por todo ello considero que Wilkinson ha sido el jugador más completo y decisivo que ha dado el rugby. Sin tener el carácter mediático ni la potencia de Jonah Lomu o esa capacidad de improvisación y magia de David Campese, pero el talento de Wilkinson para leer los partidos, hacer más competitivo a su equipo y aparecer en los momentos decisivos de los encuentros para desequilibrarlos me hacen pensar eso. En un deporte de equipo, nunca nadie tuvo tanta influencia sobre su equipo, su rival y el marcador. Un Mundial y una final (de momento), algo que le coloca al nivel de un tal Diego Armando Maradona y cerca, muy cerca, de Michael Jeffrey Jordan. Ustedes dirán...