Por Fermín de la Calle (Patada a Seguir - AS)
Pues ocurrió. Ashton mordió la mano que le daba de comer. El seleccionador inglés se ha cargado a Wilkinson, el hombre que le sujetó en el cargo. El jugador que llevó a Inglaterra a la final del Mundial, salvando el pescuezo de Ashton. El desastroso partido de Inglaterra en Murrayfield ya tiene un culpable con nombre y apellido: Jonny Wilkinson. Cierto es que Wilko hizo un mal partido en Escocia, pero cuanto menos parece curioso que Ashton sostenga en el XV a Vainikolo y Sackey, posiblemente los peores alas del torneo a día de hoy. Dos tipos que no han aportado nada en ataque y menos en defensa.
Ashton ha dado un puñetazo en la mesa ahora que el viento sopla a favor. Matt Dawson, ex compañero, que no amigo, de Wilkinson ha sido uno de los que más fieramente críticos de Jonny. De Dawson hace tiempo que servidor no espera nada, después de críticar nauseabundamente a su selección tras el 36-0 y ensalzarla cual abrazafarolas que deecía el otro cuando se metieron en la final. En el bando contrario se sitúa Jeremy Guscott, que afirma que las prisas son malas consejeras y no es hora de precipitarse. Como podéis imaginar, el relevo de Wilkinson es Cipriani, el chico malo hace una semana. Ver para creer. El sitio natural de Cipriani en esta Inglaterra es el de zaguero, donde Balshaw, otro que tal anda, está demostrando que ya no es el que fue.
Como decíamos, Ashton tira por la calle del medio y en lugar de reestructurar su línea de tres cuartos soluciona el problema llevándose por delante a Wilkinson. En delantera pocas novedades. Sheridan y Vickery acompañarán a Mears, el talonador inglés para los próximos años. Mientras que Borthwick hará pareja con Shaw en la segunda y por detrás Lipman y Croft en los flankers y Easter de octavo. Ashton ha demostrado que no tiene capacidad de maniobra para rehacer un equipo que hace agua por todos lados. Una pena que Irlanda llegue como llega a ese partido.
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