7 de noviembre de 2007

Sobre la Selección









Por Fermín de la Calle (AS)

Fin de semana con miga. Partido del Seis Naciones B y encuentro con los internacionales españoles en el tercer tiempo en el colegio. Pero vayamos por partes, lo primero el partido. Un encuentro que no pasará a la historia por la calidad en el desempeño de ambas selecciones. Sin embargo, el partido dejó muchas cosas para analizar:

DELANTERA: Un paquete solvente con mucha experiencia que sabe manejarse en el contacto y conoce el oficio. Ante los checos hicieron la guerra por su cuenta en la primera parte, pero parece que Inchausti y Salazar en los piliers y Bohórquez (o Zarzosa) como talona son una primera fiable. La touch fue una de las agradables noticias de la tarde. Bohórquez supo leer bien las jugadas con Bárcena y Sergio Souto. A la corta, en los medios, largas... Siempre hubo timing entre el 2 y los segundas y España aprovechó el line-out. También trabajaron bien los centros en los agrupamientos, aunque para ser justos debemos decir que el rival no es un buen termómetro. En la tercera Camacho se mostró, como siempre, muy participativo en el off load y el pick and go. Su velocidad desequilibró en varias ocasiones a los checos, mientras Tortoulou y, sobre todo, Iván Criado se ocuparon del trabajo sucio. Gustó la delantera, que, repito, aunque hizo la guerra por su parte en el inicio, luego demostró tener tablas y recursos. Ante Portugal debe ser el elemento desequilibrante, mientras que los rumanos serán una magnífica prueba de fuego. Inquieta, eso sí, el futuro de nuestro paquete en el que militan jugadores veteranos como Salazar (30), Bohórquez (31), Souto (30) y Camacho (29). España debe ir cuidando ese relevo, como me advertía algún jugador en el tercer tiempo.

MEDIOS: España, y me van a permitir la comparación, funciona al estilo de Suráfrica. Pablo Feijoo ha crecido táctica y técnicamente mucho en los últimos tiempos, no sólo desde su estancia en Inglaterra, y es el protagonista del juego español en los medios. No sólo en la salida de las melés, también en la ordenación de los tres cuartos, a los que sitúa desde la boca del lobo. Un solo pero, como él mismo nos revelaba cerveza en mano tras el partido, la única patada que dio a touch no la sacó del campo. Pero Pablo se ha convertido en nuestro Du Preez. Es el primero en salir a la mano, en romper por el intervalo, es la prolongación de Glynn en el campo y elige bien tanto para poner en juego a la línea como para oxigenar a la delantera. Olivares mostró un nivel fiable en la patada, pero a la mano aún está verde. Un arma, el contragolpe, que debe dar muchas alegrías al equipo español por las condiciones de su línea. Olivares debe crecer con el tiempo y ganar peso en el juego, ya que, de momento, se reserva para el juego de patada. Por detrás aparece sangre nueva como Carlitos Arenas y Turrión, a los que pudimos ver poco ante los checos. Me cuenta la sevillanía que Arenas lo está haciendo bien en el Ciencias. Con el medio mele bien cubierto, nuestro apertura debe ganar protagonismo en los partidos.

BACKS: Álvarez, Canosa, Mota, Cano y Sempere. Los alas son bastantes complementarios con El Francés Álvarez eléctrico en el acompañamiento de la jugada, que rompe por el intervalo con asiduidad. Cano es un jugador más potente (1,87 y 83 kilos) que puede ganar algo de músculo para convertirse en un estilete. Zancada larga y buenos pulmones para este joven de 22 años que se va asentando en la titularidad. Mota y Canosa, los centros, pese a sus 22 y 24 años respctivamente, llevan más de 20 entorchados y esa confianza se nota en su juego. Percuten con contundencia y trabajan bien las coberturas. David ha vuelto al Liceo, y con ello a pegarse sus habituales palizas en el gimnasio, o al menos eso es lo que deducimos de su crecimiento físico. Mota está llamado a ser el líder de una línea que tiene a su perla en la zaga: César Sempere. Es, de largo, el jugador más desequilibrante del equipo. Por potencia, velocidad e inteligencia, César está llamado a ser un jugador que marque época en nuestro rugby. Un jugador que debe seguir creciendo y que debe hacerlo fuera de España, en el rugby profesional. Históricamente España ha tenido jugadores bravos atrás, gente valiente y arrojada que se dejaba la piel en los partidos. Ahora, además, están implementado las enseñanzas de un gran seleccionador y sólo deben ir ajustando su juego a la mano, que en ocasiones comete errores que echan por tierra jugadas desequilibrantes. Debemos tener un poco de paciencia para una línea que debe dar muchas alegrías a esta selección. Y sumarle de cinco a diez kilitos a cada uno de músculo para ser letales.

BANQUILLO: La clave del meollo. España vuelve a tener un bloque, un grupo, un equipo. Puede haber cambios por lesiones, pero Ged Glynn ha conseguido crear una estructura de trabajo, que a veces se nos antoja escasa en volumen por culpa de los compromisos de los equipos, pero que tampoco podría ser mayor por los compromisos laborales de los jugadores. La eterna cuestión del amateurismo. Con Glynn el rugby español ha crecido. La delantera está más trabajada, la línea tiene jugadores de buenos fundamentos y el tono físico, la gran diferencia con los equipos profesionales, va aumentando. Quizás este aspecto aún debe ser más trabajado, pero las largas temporadas sin selección complican el seguimiento físico de los internacionales españoles por parte del cuerpo técnico. Los partidos en la Central ante Portugal, a quien se le tiene muchas ganas, y Rumanía darán una buena medida de sus posibilidades reales. Pero podemos y debemos ser optimistas, aunque el partido ante Chequia no fue para tirar cohetes.

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